Parte 1: Razones bíblicas del porqué la Iglesia Católica bautiza a los niños
Por Gerardo Cartagena Crespo
Por Gerardo Cartagena Crespo
En la foto si te fijas bien el agua al caer forma un rosario con su cruz (toca la foto para resaltarla)
La inmensa mayoría de protestantes y afiliados insisten que a los niños no se deben bautizar. Entre las razones que indican están...
1) Que los niños son incapaces de creer
2) Que los niños no tienen pecado
3) Que Jesús se bautizó de adulto, no de niño
Ahora veamos si estas objeciones tienen algún fundamento bíblico o si son excusas con el fin de evitar la verdad católica contenida en la Biblia.
1.a) Marcos 16,16: "El que crea y se bautice se salvará".
Según el argumento de los que no creen en que los niños deban bautizarse es que, para recibir este sacramento hay primero que creer y, como prueba citan a Marcos 16,16, y lo dicen con la seguridad de quien ha entendido bien la Biblia, los demás no. Veamos.
¿Qué dice el texto?: "El que crea para bautizarse se salvará". ¿Esto es lo que dice el texto de Marcos? Esta sería la traducción ideal en la interpretación protestante y afiliados. Pero léase con detenimiento lo que realmente dice el texto de Marcos: "El que crea y se bautice se salvará". Jesús está indicando que, para salvarse es necesario dos requisitos: a) creer y b) bautizarse. Ambos están puestos aquí como requisitos indispensables de la salvación; No que para creer hay que bautizarse o, según la interpretación protestante y afiliados, que para bautizarse hay que creer. Para que el texto citado diga lo que ellos interpretan, debería decir, a parte del ejemplo citado arriba: "para ser salvo y recibir el bautismo, debes creer" o "quien desee el bautismo para salvarse, primero debe creer". No, esto no es lo que dice el texto ni tan siquiera lo insinúa, sino que, tanto el creer como el bautizarse están puestos en orden a la salvación. Y aunque dijera los ejemplos citados, de ninguna manera prohíben el bautismo de niños. ¿Esto anula la necesidad de creer para bautizarse? No. Si es cierto que para bautizarse es necesario creer para quien ya tiene uso de conciencia y puede distinguir el bien del mal (conciencia que ya puede estar en niños de 7 ó 8 años), el texto tampoco indica que el bautismo deba negarse a niños que aún no tengan conciencia de pecado (ni en ninguna parte de la Biblia. ¿Dónde dice que los niños no pueden ser bautizados?). Luego, por donde quiera que se lea el texto, de ninguna manera indica o insinúa una prohibición al bautismo de niños.
1.b) Otro texto paralelo que nos da más luz es el de Mateo 28,18-20: “Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»
Detengámonos en el siguiente mandato de Cristo: “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado.”
Este mandato tiene tres partes…
a.”Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes…”
b. “bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,...”
c. “y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado.”
Este mandato va dirigido a la humanidad entera: hombres, mujeres, jóvenes y niños que, se supone, aún NO creen, pero que, una vez les sea anunciado el Evangelio tienen la oportunidad de ser discípulos de Jesús. Y ¿por qué niños? Simple y sencillo, porque los niños también son “gente”, si no ¿qué son? Cristo no especifica edades ni condiciones, luego el llamado queda abierto para todo ser humano independientemente de su edad, sexo, raza...
Ahora bien, para ser discípulos de Jesús nos presenta dos requisitos: 1. el Bautismo; 2. el conocer (y vivir) lo que él ha enseñado. Pero ¿en qué orden se deben dar? Si interpretamos literalmente el mandato de Cristo primero sería el Bautismo y después la enseñanza, puesto que, lo que nos convierte en discípulo de Jesús, es decir, para formar y ser miembro del Cuerpo de Cristo, según el Nuevo Testamento, es el Bautismo (ver Romanos 6,2-5 y 1 Corintios 12,13). Luego este texto contradice la manera protestante donde primero debe darse la enseñanza para luego, con un acto de fe (creer), poder bautizarse.
Para la Iglesia Católica son válidas ambas maneras:
a.Enseñanza, acto de fe (creer), bautismo (para quienes ya tienen uso de razón, tal y como se dio al inicio del cristianismo o cuando se accedía a una nueva comunidad para ser evangelizada). Esto es así porque si se ha de evangelizar a una nueva comunidad, a quienes se debe dirigir el mensaje en primer lugar es a los adultos, y estos (que participan de las promesas junto con sus hijos -Hec. 2,39-) deberán, por el bautismo de sus hijos por el que forman parte del Cuerpo de Cristo, transmitirles la fe.
b.Bautismo, enseñanza, acto de fe (creer) (para niños a los que los padres se comprometen a transmitirles la fe y la Iglesia les enseña con la catequesis, pues esta promesa es tanto para los adultos como para sus hijos como leemos en Hechos 2,39).
Luego la manera católica para el Bautismo está más acorde con el mandato de Cristo que la de aquellos que niegan el Bautismo a los niños.
Como hemos visto, dos son los requisitos que Jesús expone e impone para poder acceder a la salvación: el creer en él y el ser bautizado. El creer en Jesucristo conlleva el aceptar y hacer vida el mensaje de la salvación (como enseña San Pedro "la construcción del edificio espiritual") por el que accedemos también (por el bautismo) a la plenitud de la verdad contenida y custodiada por el "Pueblo de Dios" que es la Iglesia (1 Timoteo 3,15).
Ahora pasemos a identificar razones bíblicas por las que la Iglesia Católica bautiza a los niños.
2. Romanos 6,2-5: "Los que hemos muerto al pecado ¿cómo seguir viviendo en él? ¿O es que ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte. Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva."
Muy profunda la doctrina del Espíritu Santo por boca de San Pablo. El bautismo que nos hace partícipes de la muerte de Cristo (es aquí que podemos entender el misterio admirable del nacimiento de la Iglesia por la sangre de Cristo en la Cruz -Hechos 20,28-) también nos hace partícipes de la resurrección de Cristo. Esta participación divina de la muerte y resurrección del Señor por el bautismo, es lo que nos injerta a Cristo para conformar su cuerpo que es su Iglesia.
Es decir, sin el bautismo no podemos unirnos al Cuerpo de Cristo, puesto que sin el bautismo no se puede participar de su muerte y resurrección, por consiguiente, sin el bautismo no se puede ser miembro de la Iglesia que Cristo fundó ni llamarse cristiano. Es por eso que la Iglesia Católica bautiza a sus niños para que, injertados al Cuerpo Místico de Cristo, puedan aprovechar los tesoros inagotables de la muerte y resurrección de Cristo. ¿Algún protestante querrá corregir a San Pablo e indicarle que se equivocó, puesto que hay otras maneras de injertarse a Cristo en su Iglesia y no necesariamente a través del bautismo? Así pues, mientras la Iglesia que Cristo fundó está repleta de niños que, por el bautismo se unen al Cuerpo de Cristo, las congregaciones protestantes carecen de ellos (claro en sentido espiritual y sobrenatural). De aquí que, estas congregaciones no son ni pueden ser el auténtico Cuerpo de Cristo.
3. Hechos 2,37-38: "Al oír esto, dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué hemos de hacer, hermanos?» Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo; pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos,...”
En este relato de la predicación de Pedro el día de Pentecostés, nos indica que, para ser perdonados de los pecados y así tener acceso a la salvación y al don admirable del Espíritu Santo, es requisito ser bautizado. Es por eso que la Iglesia que Cristo fundó bautiza a los niños para que ya, desde tan temprana edad, disfruten de los tesoros inagotables del Espíritu Santo en sus vidas y se les borre el pecado original. "Pero es que los niños nacen sin pecado, objetará algunos, por eso no hay que bautizarlos". Pero qué dice la Biblia:
a. Salmo 51,7: "Mira que en culpa ya nací, pecador me concibió mi madre." ¿Y qué es ser concebido y nacer en pecado sino una clara alusión al pecado original? ¿Hay algún no católico que se atreva a cambiar este texto?
b. Romanos 5,19: "En efecto, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos serán constituidos justos." Todos fueron constituidos pecadores (desde el nacimiento), no que serán; todos serán constituidos justos (futuro-por medio del bautismo que borra el pecado y nos llena del Espíritu Santo. Al menos que algún protestante entienda que también San Pedro se equivocó y quiera enmendar su enseñanza. Bueno, ya hay quienes se han atrevido a hacerlo).
Pero lo que nos debe llamar la atención, y que los protestantes saltan o ignoran, es la afirmación de Pedro para los que acepten el mensaje y lo pongan en práctica: “pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos,...” Si la promesa del don del Espíritu Santo que se recibe por el Bautismo es también “para vuestros hijos”, hemos de suponer que entre esos hijos hay niños pequeños, o ¿son sólo hijos los adolescentes y jóvenes si nos dejamos llevar por la interpretación protestante? y, por consiguiente, los niños que todavía no pueden ser bautizados es porque no son hijos ¿¿??
4. 1 Corintios 12,13: "Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo,..."
Es así que al recibir el don admirable del Espíritu Santo por el bautismo, es ese mismo Espíritu que por el bautismo nos injerta al único cuerpo de Cristo que es su Iglesia, Pueblo de Dios llamado a construir el "edificio espiritual" que no es otra cosa que la obra de la salvación. Es así que, con todas estas riquezas espirituales que adquirimos al ser bautizados, también por el bautismo somos salvos, como bien enseña San Pedro. ¿Cuántos quieren que sus hijos, aunque sean pequeñitos, sean miembros privilegiados del Cuerpo de Cristo, que es su Iglesia? Bueno, al parecer a muchos no les interesa ni les importa tan gran riqueza para sus hijos.
Si esto no te convence, mira lo que dice San Pablo a los gálatas (y a nosotros): "Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo" (Gálatas 3,26-27). Y ¿Quién eres tú, que te haces llamar cristiano y fiel discípulo de Jesucristo, pero le niegas a tu hijo el privilegio admirable de ser revestido de Cristo desde tan temprana edad?
5. 1Pedro 3,21: "a ésta corresponde ahora el bautismo que os salva y que no consiste en quitar la suciedad del cuerpo, sino en pedir a Dios una buena conciencia por medio de la Resurrección de Jesucristo,..." Pero, ante tan grande riqueza y bienes espirituales para nuestros niños, objetará alguno que Cristo se bautizó de adulto, no de niño. Imagínate a Cristo gateando hacia el río Jordán para que otro niñito (Juan) lo bautizara. A este absurdo se llega cuando el fanatismo oscurece la inteligencia. Y es que, deberían saber que la Misión de Juan y Jesucristo estaba establecido a iniciarse cuando ellos fuesen adultos, no niños, y el bautismo incluido como iniciación a la Misión de Jesucristo, no antes.
Todos estos tesoros y riquezas espirituales que confiere el bautismo, es un poderoso argumento bíblico del por qué la Iglesia Católica bautiza a los niños desde tan temprana edad. Es así que, mientras la Iglesia que Cristo fundó está repleta de niños, es decir, injertados al Cuerpo de Cristo por el bautismo, los no católicos que no creen en el bautismo para los niños (a diferencia de no católicos que sí creen en el bautismo de niños), son congregaciones sin hijos, vacíos de niños a los que se les ha negado y se les ha cerrado las puertas de los tesoros espirituales que Cristo nos ha adquirido con su muerte y resurrección. ¿No es esto lo que Satanás busca, que a nuestros niños se les cierren las puertas, tesoros y riquezas espirituales del Reino? No se está poniendo en duda su salvación ya que la misma está en la infinita misericordia de Dios, sino el que si queremos o no que nuestros hijos disfruten, desde tan temprana edad, de los tesoros inagotables que confiere el bautismo. Sólo en y por el bautismo se hace realidad aquel llamado y exhortación de Cristo: "Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, pues de ellos es el Reino de los cielos". Siendo, pues, que por el bautismo venimos a conformar el Cuerpo de Cristo y, por ello, a unirnos a Cristo, es así que los protestantes al negarle el bautismo a los niños, les están cerrando el acceso de sus propios hijos a Cristo. Y después dicen que los católicos somos los hijos del Diablo. Oremos.
4. 1 Corintios 12,13: "Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo,..."
Es así que al recibir el don admirable del Espíritu Santo por el bautismo, es ese mismo Espíritu que por el bautismo nos injerta al único cuerpo de Cristo que es su Iglesia, Pueblo de Dios llamado a construir el "edificio espiritual" que no es otra cosa que la obra de la salvación. Es así que, con todas estas riquezas espirituales que adquirimos al ser bautizados, también por el bautismo somos salvos, como bien enseña San Pedro. ¿Cuántos quieren que sus hijos, aunque sean pequeñitos, sean miembros privilegiados del Cuerpo de Cristo, que es su Iglesia? Bueno, al parecer a muchos no les interesa ni les importa tan gran riqueza para sus hijos.
Si esto no te convence, mira lo que dice San Pablo a los gálatas (y a nosotros): "Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo" (Gálatas 3,26-27). Y ¿Quién eres tú, que te haces llamar cristiano y fiel discípulo de Jesucristo, pero le niegas a tu hijo el privilegio admirable de ser revestido de Cristo desde tan temprana edad?
5. 1Pedro 3,21: "a ésta corresponde ahora el bautismo que os salva y que no consiste en quitar la suciedad del cuerpo, sino en pedir a Dios una buena conciencia por medio de la Resurrección de Jesucristo,..." Pero, ante tan grande riqueza y bienes espirituales para nuestros niños, objetará alguno que Cristo se bautizó de adulto, no de niño. Imagínate a Cristo gateando hacia el río Jordán para que otro niñito (Juan) lo bautizara. A este absurdo se llega cuando el fanatismo oscurece la inteligencia. Y es que, deberían saber que la Misión de Juan y Jesucristo estaba establecido a iniciarse cuando ellos fuesen adultos, no niños, y el bautismo incluido como iniciación a la Misión de Jesucristo, no antes.
Todos estos tesoros y riquezas espirituales que confiere el bautismo, es un poderoso argumento bíblico del por qué la Iglesia Católica bautiza a los niños desde tan temprana edad. Es así que, mientras la Iglesia que Cristo fundó está repleta de niños, es decir, injertados al Cuerpo de Cristo por el bautismo, los no católicos que no creen en el bautismo para los niños (a diferencia de no católicos que sí creen en el bautismo de niños), son congregaciones sin hijos, vacíos de niños a los que se les ha negado y se les ha cerrado las puertas de los tesoros espirituales que Cristo nos ha adquirido con su muerte y resurrección. ¿No es esto lo que Satanás busca, que a nuestros niños se les cierren las puertas, tesoros y riquezas espirituales del Reino? No se está poniendo en duda su salvación ya que la misma está en la infinita misericordia de Dios, sino el que si queremos o no que nuestros hijos disfruten, desde tan temprana edad, de los tesoros inagotables que confiere el bautismo. Sólo en y por el bautismo se hace realidad aquel llamado y exhortación de Cristo: "Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, pues de ellos es el Reino de los cielos". Siendo, pues, que por el bautismo venimos a conformar el Cuerpo de Cristo y, por ello, a unirnos a Cristo, es así que los protestantes al negarle el bautismo a los niños, les están cerrando el acceso de sus propios hijos a Cristo. Y después dicen que los católicos somos los hijos del Diablo. Oremos.
Segunda parte: Respondiendo a una objeción no católica sobre la fórmula del bautismo (ver ≥índice de contenido<)
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FORMACIÓN CATÓLICA
Formación católica (enlaces). Información y formación para el católico de hoy (tratados, vídeos, blogs y páginas web, otros) sobre Dios, Jesucristo, Iglesia, Divina Revelación (Biblia y Tradición), Dogmas de fe, protestantismo y ateísmo, leyendas negras contra la Iglesia y las contribuciones de la Iglesia a la Humanidad...
1. Oasis de Salvación y verdad (página principal)
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1. El Padre Luis Toro es un excelente apologista y conferenciante que, en sus múltiples debates con pastores de congregaciones protestantes, ha sabido exponer con claridad y fundamentos bíblicos todas las preguntas y objeciones que le han presentado. Más las diversas conferencias son una excelente fuente de formación y conocimiento bíblico que ningún católico (ni apologista católico) no debe desaprovechar.
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Ver: Apologética Católica
4. Para temas variados de formación: Filosofía, Teología, Biblia, Historia
Ver: Apología 2.1
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MUY BUENOS ESTOS ARTICULOS, TAN CIERTOS SOBRE EL BAUTISMO..! HAY QUE DIFUNDIRLOS MAS, PUES SOMOS MUCHOS CATOLICOS ..¡ QUE NO SABEMOS DEFENDER...EL BAUTISMO..Y TANTOS OTROS SACRA...
ResponderEliminarDESEO COMPARTIR ESTE ARTICULO SOBRE EL BAUTISMO, PERO NO ENCUENTRO EL LUGAR " COMPARTIR" PARA PODER HACERLO...ME AYUDAN POR FAVOR..?...LAURA MENDOZA : layayila37@gmail.com
ResponderEliminarDebería aparecer donde están los tres puntitos, ahí están todos los comandos entre ellos el de compartir; o sino copiar todo el testo y trasladarlo a donde quieres compartirlo, así lo estoy haciendo también en fb.
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