161. Ya que Dan Brown pretende hacer revivir el culto a lo "sagrado femenino", es decir, el culto a las diosas, y hacer creer que la Iglesia Católica despreció y persiguió todo enfoque a dicho culto y a la mujer en sí, veamos cuan cierta es esta postura y si se podrá derribar la novela de "El Código Da Vinci" o si ésta logrará mantenerse en pie aunque sea cojeando.
I. Lo "sagrado masculino" y lo "sagrado femenino" en la Iglesia Católica
162. Brown quiere y pretende --como otros muchos movimientos que están surgiendo de la Nueva Era-- revivir el culto a la diosa, "lo sagrado femenino", enfatizando el sexo sagrado. Para ello enfatiza que la Iglesia es culpable de haber hecho desaparecer las verdaderas intenciones de Jesús, y es por ello el odio que ésta tiene hacia lo femenino y su empeño de borrarlo y eliminarlo rebajando a la mujer. La verdad es que la Iglesia ha hecho todo lo contrario. Veamos.
163. Ya hemos visto cómo los pilares fundamentales sobre los cuales se basan las afirmaciones de la obra de Dan Brown se han venido abajo. Decir, pues, que la Iglesia ha perseguido a la mujer, y en ella a lo sagrado femenino, es otra de las mentiras y calumnias con las que el autor pretende obscurecer la verdad de la Iglesia de Cristo y su imagen ante el mundo.
A. Mujeres, Evangelio e Iglesia
164. Si partimos de los Santos Evangelios veremos cómo éstas tienen un papel privilegiado, en algunos aspectos, sobre los varones. Y así, mientras en el momento más importante y transcendente de la misión de Nuestro Señor Jesucristo (su Pasión, Muerte y gloriosa Resurrección), quienes se mantuvieron firmes y dando la cara por el Maestro fueron esas mujeres que estuvieron presentes, allí, al pie de la cruz (Lucas 23, 49; Juan 19, 25), mientras los apóstoles, a excepción de Juan, salieron huyendo y Pedro negando a Jesús en tres ocasiones.
165. Y como para dar importancia y mérito a dicho valor y heroísmo, Cristo, como recompensa a tan alto grado de caridad para con Él, las recompensa apareciéndoseles, después de la Resurrección, primero a ellas (Juan 20, 1; Lucas 24, 1-12; Marcos 16, 1ss.; Mateo 28, 1ss.).
166. Todas estas narraciones contenidas en los Evangelios, que según Brown fueron redactados por los "vencedores", dan al traste con sus afirmaciones de que Pedro y compañeros quisieron eliminar la figura de la mujer e incluso el nombre de María Magdalena y, con ello, lo "sagrado femenino". De haber sido así y Dan Brown tener razón, ¿qué hacen las mujeres ocupando un papel tan importante en unas narraciones, según Brown, machistas cuyo único fin era el de resaltar la figura de Jesús, según como los apóstoles se lo inventan para resaltar la figura varonil y opacar la femenina? ¿No hubiera sido más inteligente y conveniente el haber presentado a los apóstoles haciendo lo que las mujeres hicieron, respaldar a su maestro en el momento más crítico de su vida? Debemos pensar que si los apóstoles querían oscurecer la figura de la mujer, lo más lógico es que ellos se presentaran como los fieles discípulos del maestro y presentarlas a ellas como las que, por ser mujeres, no tienen la capacidad y heroísmo como para enfrentarse a tan grande acontecimiento. ¿¡Y qué decir del día de la Resurrección!?
167. Un dato interesante es que una de las mujeres de mayor reconocimiento en la Iglesia desde los inicios del cristianismo es la figura de Santa María Magdalena a la cual se le han dedicado iglesias o templos en su honor. Si eso es querer oscurecer la figura de esta santa mujer, entonces, de cuál mujer es la que Dan Brown está hablando. Lógicamente no de la de los Evangelios, sino de la que él mismo, y compañeros, se han inventado para desacreditar a Jesucristo y su Iglesia.
168. Desde Santa María Magdalena hasta Madre Teresa de Calcuta (sobre todo de la Madre de Jesús, de la cual diré algo más abajo), el valor de la mujer ha sido y es muy destacado y reconocido en la vida de la Iglesia. Si los apóstoles hubieran querido borrar el nombre de Santa María Magdalena (y el significado de la mujer en la obra de la Salvación), hoy en día no se estuviera hablando ni se conocería la figura de dicha mujer, ni mucho menos de la figura de Santa María, Madre de Dios.
169. Con todo esto, las pretensiones y mentiras de Brown no tienen validez ni mucho menos fundamento histórico que las sostenga. Como vemos, esta columna ya está empezando a resquebrajarse.
B. La Iglesia, esposa de Jesucristo.
170. Un dato importante e interesante que podemos analizar gracias a estos ataques contra la Iglesia es el del matrimonio cristiano como figura del matrimonio espiritual entre Cristo y la Iglesia (Efesios 5, 22-33).
171. Así como la Iglesia-esposa crece y se dignifica al dar culto a Cristo-esposo, Cristo-esposo santifica y lleva a la Iglesia-esposa a la participación divina. De esta figura vemos como de un modo armonioso y perfecto se resalta, se verifica y se vive lo sagrado masculino y lo sagrado femenino.
172. Aquí no hay lugar para confrontaciones machista y feminista, donde la confrontación de ver cuál es el sexo más fuerte y mejor ha llevado a gran parte de la sociedad actual de un machismo violento contra la dignidad de la mujer a un feminismo violento contra la dignidad del hombre.
C. Jesús y María, verdaderas realidades del culto de lo "sagrado masculino" y lo "sagrado femenino".
173. Lo interesante de todo esto es el hecho de poder verificar como una gran verdad en el culto público (no escondido) de la Iglesia, es el papel fundamental que tienen Jesús y María en la fe de la Iglesia y en la de cada creyente en particular.
174. Si hay un culto a lo sagrado masculino y a lo sagrado femenino, este se da de un modo armonioso y perfecto en estas dos personas las cuales se complementan de un modo maravilloso, y que no da lugar a los conflictos del paganismo moderno que ve una lucha y confrontación entre ambos sexos.
175. En la fe cristiana católica se da el culto a lo "sagrado masculino" en la adoración de la Iglesia hacia Jesucristo. Es el culmen y centro de la fe de la Iglesia y que se realiza de un modo perfecto y pleno en la Santa Misa en el que se ofrece al Padre, en el modo y tiempo actual, el mismo Sacrificio de Cristo en la Cruz, aunque de un modo incruento (el gran Misterio del Santo Sacrificio de la Misa). Es en la adoración a Dios Padre por su Hijo Jesucristo en la unidad del Espíritu Santo donde el católico glorifica a Dios y se santifica en la realización de Su Perfecta Voluntad.
176. Como consecuencia lógica de este culto a Jesucristo (verdadero Dios y verdadero hombre), la Iglesia reconoce la grandeza, dignidad e importancia de la Virgen María, Madre de Jesucristo, en la obra de la Salvación.
177. Por eso, lo "sagrado femenino" se ve bien reflejado en el culto de veneración que la Iglesia tributa a Santa María, Madre de Dios, por ser la madre de Cristo Redentor (Lucas 1, 46-49). De haber sido tal y como dicen Dan Brown y compañeros, el culto y devoción a nuestra querida Madre jamás se hubiese dado y, no sólo hubiéramos perdido en Ella tan grande tesoro, sino que toda nuestra fe sería toda una ilusión, toda una fantasía y mentira. Como bien dice San Pablo: "Si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe". Y todo se nos desplomaría bajo nuestros pies.
178. Estas son las consecuencias nefastas y aparatosas de quienes al leer la novela "El Código Da Vinci" y el ver la película --por no tener una fe madura, firme y sólida-- vienen a parar ante la nada, ante el vacío existencial de sus vidas que, fuera de Jesucristo (Dios y Hombre verdadero), no la podrán llenar con absolutamente nada.
179. Como contraparte a esta terrible realidad, como he dicho, queda establecido en el culto católico y en la piedad popular, una unidad de lo sagrado masculino y lo sagrado femenino que no da margen ni lugar a enfrentamientos ni choque, sino que, como realidad de la Luz Divina, se nos dan como manantiales de sabiduría y entendimiento para la vida y convivencia del matrimonio cristiano, y una armoniosa convivencia entre el hombre y la mujer.
II. ¿Paganismo o cristianismo?
180. Esta armonía entre lo masculino y femenino que encontramos de un modo perfecto en la fe cristiana, sobre todo en la Iglesia Católica, es opacada y distorsionada por el falso culto de la diosa reflejado en lo sagrado femenino que dan Brown y compañía quieren impulsar e imponer. Es el culto a la criatura en un claro y absoluto desprecio y rechazo hacia el Creador.
181. Es el desprecio y rechazo a la dignidad humana, que sólo Dios nos puede comunicar, a cambio de unas migajas.
182. Ante esta realidad sólo hay dos alternativas.
183. a. Volcarnos en un desenfreno egoísta hacia las criaturas como último fin y asumir con ello las consecuencias inevitables del desprecio al Amor, u...
184. b. optar de un modo completamente libre y responsable por el Amor y la verdad manifestada en Jesucristo y su Evangelio, predicado y enseñado por la Iglesia y en la Iglesia.
185. Nos toca elegir.
"Pues vendrá un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán un montón de maestros según sus deseos. Estarán ávidos de novedades y se apartarán de la verdad para volverse hacia puros cuentos” --2 Timoteo 4, 3-4--.
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